Por Vaca Muerta y otros yacimientos, estiman que habrá sobreoferta global de petróleo para 2026

El informe mensual de octubre de la IEA, refleja un crecimiento del suministro que supera ampliamente la demanda proyectada, en un contexto de precios volátiles

Por Redacción - Oil&Gas

Vaca Muerta se incorpora a la oferta global

En un escenario que redefine las dinámicas del mercado energético mundial, la Agencia Internacional de Energía (IEA) anticipa un excedente de oferta de crudo cercano a los cuatro millones de barriles por día (bpd) en 2026, impulsado por un robusto incremento en la producción fuera del cártel OPEP+. 

Este pronóstico, detallado en el informe mensual de octubre de la IEA, refleja un crecimiento del suministro que supera ampliamente la demanda proyectada, en un contexto de precios volátiles para el Brent, que se cotizaba en torno a los 65 dólares por barril a fines de la semana pasada. 

La tendencia, ya evidente con un promedio de 1,9 millones de bpd de sobreoferta en los primeros nueve meses de 2025, subraya la presión sobre los productores para ajustar estrategias en un entorno de saturación inminente. El informe de la IEA eleva su estimación de crecimiento del suministro global a 3 millones de bpd para 2025, alcanzando los 106,1 millones de bpd en total, y proyecta un adicional de 2,4 millones de bpd en 2026. 

Sostiene el reporte que esta expansión se origina principalmente en regiones no pertenecientes a OPEP+, donde la producción ha sumado 1,6 millones de bpd este año y se espera que agregue 1,2 millones más el próximo. Factores como la eficiencia tecnológica en perforación y la apertura de nuevos yacimientos contribuyen a esta aceleración, aunque la agencia advierte que el "aumento repentino" podría generar un desbalance insostenible, forzando recortes o diversificaciones en la cadena de valor. 

Según el informe, “América Latina emerge como un polo clave en esta narrativa de expansión, con Brasil, Guyana y Argentina liderando el incremento en Sudamérica”.  Sostiene que Guyana, por ejemplo, podría duplicar su output gracias a proyectos offshore en asociación con ExxonMobil, mientras que Brasil avanza en el presal con Petrobras al frente. 

Vaca Muerta como artífice

Según el reporte, en la Argentina, el desarrollo de Vaca Muerta acelera la extracción de shale oil, aunque enfrenta desafíos logísticos y de costos que lo posicionan en desventaja frente a la producción estadounidense, más eficiente y de menor precio.

“Estos aportes regionales no solo diversifican las fuentes globales, sino que también intensifican la competencia, exacerbando el excedente proyectado”, dijeron. 

Por su parte, OPEP+ ha optado por una gradual reapertura de cuotas, incrementando la producción en 137.000 bpd a partir de noviembre de 2025, en respuesta a un mercado que percibe como equilibrado a corto plazo. Sin embargo, el informe de OPEP de octubre contrasta con la visión de la IEA, estimando un déficit mínimo de apenas 50.000 bpd para 2026, basado en un crecimiento de la demanda de 1,4 millones de bpd. 

Esta discrepancia resalta las tensiones internas del cártel, donde Arabia Saudita y Rusia equilibran presiones geopolíticas con objetivos de cuota de mercado, aunque analistas coinciden en que la realidad del excedente podría forzar ajustes más drásticos en la segunda mitad del año entrante.

Evolución de los precios

Las implicancias para los precios son claras y desafiantes: la EIA de Estados Unidos prevé un Brent promediando 62 dólares en el cuarto trimestre de 2025 y cayendo a 52 dólares en la primera mitad de 2026, reflejando la erosión de márgenes para productores de alto costo. 

JPMorgan, por su lado, anticipa un excedente más moderado de 2,3 millones de bpd, pero coincide en la dirección bajista, con riesgos de volatilidad por inventarios crecientes. En un mercado donde la transición energética frena la demanda en economías desarrolladas, este panorama presiona a los exportadores emergentes a priorizar eficiencia y alianzas para sostener rentabilidad.Factores geopolíticos agregan capas de complejidad al cuadro. 

Ataques ucranianos a refinerías rusas y sanciones occidentales han ajustado la oferta de combustibles derivados, contrarrestando parcialmente el glut de crudo y elevando temporalmente los precios del diésel y la nafta. No obstante, la IEA reporta 1,5 millones de bpd de "petróleo no contabilizado" en agosto, posiblemente vinculado a flujos opacos desde Rusia e Irán, lo que genera confusión en las estimaciones de stock globales. 

Estas tensiones podrían mitigar el excedente a corto plazo, pero no alteran la trayectoria estructural hacia la sobreoferta. Hacia el horizonte, el consenso entre expertos como el especialista Nicolás Arceo sugiere que los precios no recuperarán terreno en 2026, impulsando una reconfiguración del sector. 

Para Argentina, esto implica redoblar esfuerzos en Vaca Muerta para bajar costos por debajo de los 50 dólares por barril, atrayendo inversión extranjera en un clima de aversión al riesgo. 

Mientras OPEP+ evalúa recortes en su reunión de diciembre, el mercado global se prepara para un "algo tiene que ceder", potencialmente catalizado por la cumbre de la COP30 en 2026, donde la agenda de descarbonización podría acelerar la obsolescencia de activos fósiles y redefinir las prioridades de los productores.