La reciente publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos marca un punto de inflexión en la geopolítica energética global. A partir de la consigna "America First", el escrito desarrolla un plan de acción para recuperar el acceso seguro a los recursos naturales que dicho país necesita para su desarrollo. Aquí analizamos las 10 claves fundamentales del informe y su potencial impacto en la industria:
- El fin del "Net Zero" y el retorno a los combustibles fósiles: el gobierno estadounidense decide desvincularse de las agendas climáticas internacionales. Según el informe, se rechazan las "desastrosas ideologías de 'cambio climático' y 'Net Zero' que tanto daño han hecho a Europa". En su lugar, el objetivo es restaurar el dominio energético en "petróleo, gas, carbón y nuclear".
- Energía barata como motor industrial: la estrategia vincula directamente el costo de la energía con la competitividad manufacturera estadounidense. El documento afirma que “una energía barata y abundante permitirá crear puestos de trabajo bien remunerados en Estados Unidos, reducir los costes para los consumidores y las empresas estadounidenses, estimular la reindustrialización y contribuir a mantener nuestra ventaja en tecnologías punteras como la inteligencia artificial”.
- EE.UU. como exportador dominante de energía: lejos de buscar sólo el autoabastecimiento, la nueva estrategia apunta a los mercados internacionales. La meta de Trump es expandir sus "exportaciones netas de energía" para profundizar relaciones con aliados y, simultáneamente, “reducir la influencia de los adversarios”.
- Competencia por el acceso a minerales críticos: el acceso a materiales para la transición tecnológica (como el litio o tierras raras) ahora se considera una cuestión de defensa nacional para Estados Unidos. El documento señala: “Debemos restablecer nuestro acceso independiente y fiable a los bienes que necesitamos para defendernos y preservar nuestro modo de vida. Para ello, será necesario ampliar el acceso de Estados Unidos a los minerales y materiales esenciales, al tiempo que se combaten las prácticas económicas depredadoras”.
- Blindaje del suministro en el Hemisferio Occidental: bajo la aplicación del llamado "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe, Estados Unidos buscará proteger el acceso a los recursos estratégicos en el continente. En este sentido, el informe señala: “queremos un hemisferio que siga estando a salvo de incursiones extranjeras hostiles o del control de activos clave, y que respalde las cadenas de suministro esenciales; y queremos garantizar nuestro acceso continuo a ubicaciones estratégicas clave. En otras palabras, afirmaremos y aplicaremos un «Corolario Trump» a la doctrina Monroe”.
- Alianzas regionales para explotar recursos estratégicos: el documento señala que “el hemisferio occidental alberga numerosos recursos estratégicos que Estados Unidos debería explotar en colaboración con sus aliados regionales, con el fin de aumentar la prosperidad de los países vecinos y de su propio país. El Consejo de Seguridad Nacional pondrá en marcha de inmediato un sólido proceso interinstitucional para encargar a las agencias, con el apoyo de la rama analítica de la Comunidad de Inteligencia, que identifiquen los puntos estratégicos y los recursos del hemisferio occidental con vistas a su protección y desarrollo conjunto con los socios regionales”.
- Construcción de infraestructuras energéticas escalables: la estrategia contempla una intervención activa en la modernización de las redes regionales. Estados Unidos se propone asociarse "con los gobiernos y empresas de la región para construir infraestructuras energéticas escalables y resilientes, invertir en el acceso a minerales críticos y reforzar las redes de comunicación cibernéticas existentes y futuras”.
- Desacoplamiento de las cadenas de suministro de China: la estrategia busca eliminar la dependencia de Beijing que actualmente tiene el sector energético y minero estadounidense. El objetivo es acabar con las amenazas contra las "cadenas de suministro que pueden comprometer el acceso de Estados Unidos a recursos esenciales, en particular minerales y tierras raras", controlados actualmente por entidades estatales chinas.
- Seguridad en los cuellos de botella marítimos: como se sabe, los precios del crudo también dependen del libre tránsito a través de los mares. La estrategia reafirma el interés central en asegurar que "el Estrecho de Ormuz permanezca abierto" y que el “Mar Rojo siga siendo navegable”, advirtiendo que no se permitirá que las reservas de energía del Golfo caigan en manos de enemigos.
- Monitoreo de inteligencia en las redes de suministros: la inteligencia estadounidense tendrá un rol más activo. Según el texto, “la comunidad de inteligencia supervisará las cadenas de suministro clave y los avances tecnológicos en todo el mundo” para asegurarse de comprender y mitigar "las debilidades y amenazas que pesan sobre la seguridad y la prosperidad estadounidenses".
Para poder cumplir con esta nueva hoja de ruta, Estados Unidos se propone desarrollar una “política de reclutamiento” entre los países del Hemisferio Occidental centrándose “en los líderes regionales capaces de contribuir a crear una estabilidad aceptable en la región, incluso más allá de sus fronteras”. El objetivo es que los países socios ”fortalezcan sus economías nacionales, mientras que un hemisferio occidental económicamente más fuerte y sofisticado se convierta en un mercado cada vez más atractivo para el comercio y las inversiones estadounidenses".