En un avance que posiciona a la provincia como vanguardia en la transición energética sostenible, Neuquén ha fortalecido su marco legal para la medición y reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en la actividad petrolera y gasífera, con énfasis en la cuenca de Vaca Muerta.
La creación de la Subsecretaría de Cambio Climático en 2024 ha catalizado la implementación de protocolos de monitoreo, reporte y verificación (MRV). Esta iniciativa no solo responde a los compromisos internacionales de descarbonización, sino que también alinea el desarrollo productivo con objetivos de neutralidad de carbono, fomentando una economía baja en emisiones que equilibra crecimiento y preservación ambiental.
La Ley Provincial N° 3454, sancionada en 2024, establece el Régimen de Acción Climática de Neuquén, un instrumento que promueve el desarrollo con mínimas emisiones de GEI y fortalece las capacidades institucionales del Estado. Esta norma instituye el Gabinete Provincial de Acción Climática, un Consejo Asesor Externo y una coordinación técnica liderada por la Subsecretaría, encargados de elaborar un Plan de Acción Climática basado en diagnósticos participativos. Involucrando a las siete regiones provinciales, el plan incorpora más de 40 medidas de adaptación y mitigación, abarcando sectores clave como energía, transporte, residuos, ganadería y bosques, en un proceso que integra al sector privado y la sociedad civil para garantizar consenso y efectividad.
Complementando esta estructura, la Resolución N° 258/2025 de la Subsecretaría ha dado vida al Programa de Monitoreo y Reporte de Emisiones de GEI del Sector Hidrocarburífero, una herramienta innovadora que marca un hito en el país al priorizar la detección, cuantificación y verificación de emisiones. Desarrollado en colaboración con la Comisión de Emisiones del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG), el programa involucra a las principales operadoras de Vaca Muerta, estableciendo metodologías estandarizadas que combinan datos reales con estrategias de eficiencia operativa.
Estándares que pueden ser monitoreados
Esta articulación público-privada no solo eleva la transparencia, sino que también orienta inversiones hacia tecnologías limpias, posicionando a la provincia como aliada estratégica en la agenda global de mitigación climática.Un eje central del enfoque reside en el metano (CH4), seleccionado por su alto potencial de calentamiento global y su viabilidad para reducciones inmediatas, junto a dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx).
Neuquén se ha integrado al Methane Alert and Response System (MARS) del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO), dependiente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), accediendo a monitoreo satelital para identificar superemisiones superiores a 500 kilogramos por hora. Este sistema habilita respuestas rápidas y coordinadas, complementadas por sensores terrestres, que no solo mitigan impactos ambientales, sino que también optimizan la rentabilidad del sector al minimizar fugas y mejorar la gestión de recursos.
El salto cualitativo es evidente: en apenas un año, la provincia ha transitado de la ausencia de una política climática estructurada a la posesión de una ley marco, un gabinete intersectorial y un sistema de monitoreo operativo. Santiago Nogueira, subsecretario de Cambio Climático, subraya esta evolución al afirmar que "la acción climática no se decreta, se construye con datos, planificación y consenso", enfatizando la importancia de mediciones reales para una gestión informada. Esta perspectiva resalta cómo la información ambiental y energética se erige como base para decisiones estratégicas, transformando desafíos en oportunidades para una industria más resiliente y competitiva.
Desde el ángulo económico, estas medidas facilitan el acceso a financiamientos climáticos internacionales y mecanismos de compensación de carbono, incentivando la adopción de innovaciones que reduzcan costos operativos a largo plazo.
Para Vaca Muerta, epicentro de la producción no convencional, el compromiso con la neutralidad de carbono deja de ser retórica para convertirse en un objetivo cuantificable, respaldado por evidencia científica y planificación rigurosa. Nogueira lo resume al declarar que "no se puede gestionar lo que no se mide", un principio que guía la detección inmediata de superemisiones y fortalece la eficiencia del ecosistema productivo.Hacia el porvenir, Neuquén se perfila como laboratorio regional de prácticas climáticas ejemplares, con eventos como Vaca Muerta Net Zero como plataformas para alianzas globales. El Plan de Acción Climática, en su despliegue, no solo apuntala una transición ordenada hacia 2050, sino que también integra empresas, gobiernos y entidades internacionales en una agenda compartida. De este modo, la provincia no solo mitiga riesgos ambientales, sino que reconfigura su rol en la geopolítica energética, demostrando que el desarrollo sostenible es compatible con la ambición extractiva, siempre que se ancle en la ciencia y la participación colectiva.