Análisis: Vaca Muerta y un balance del 2025

por Ariel Kogan 6 Diciembre de 2025
6 Diciembre de 2025
La actividad en Vaca Muerta sigue creciendo pero falta infraestructura
La actividad en Vaca Muerta sigue creciendo pero falta infraestructura

Por Ariel Kogan, analista de la Economía del Gas y el Petróleo

El 2025 fue un año de crecimiento de la actividad en Vaca Muerta. La puesta en servicio en abril de este año del oleoducto Duplicar, que construyó y opera Oldelval, posibilitó la ampliación de la capacidad de transporte de crudo desde Vaca Muerta hasta Puerto Rosales en unos 226.000 barriles diarios.

Un precio internacional, que si bien disminuyó al escalón de los u$s60, sigue siendo competitivo para el no convencional, combinado con el nuevo ducto, impulsaron la actividad y la producción durante este año.

Vaca Muerta alcanzó en octubre pasado una producción de 569.000 barriles diarios, impulsando el récord de producción histórica nacional, lo que significó un incremento anual del 35% respecto de igual mes del año 2024 para la formación. Consecuentemente, la actividad medida en fracturas, también creció un 36% alcanzando en el periodo enero-octubre de 2025 las 20.233 fracturas, contra 14.877 del mismo periodo en 2024.

En materia de Gas, la producción de Vaca Muerta alcanzó en octubre 65 millones de metros cúbicos diarios, un volumen apenas superior al del año pasado. La falta de nueva infraestructura de transporte limita básicamente la expansión de la producción, después del salto que le dio la puesta en funcionamiento de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner, o Perito Moreno.

Para analizar las perspectivas hay que considerar que tanto el Gas como el Petróleo de Vaca Muerta requieren entre otras condiciones para el desarrollo de su producción, el incremento de la capacidad de transporte a través de nuevos ductos que conecten esa región productiva con la demanda.

En este aspecto, en materia de crudo, el crecimiento de la producción en 2025 ya utiliza el 66% del nuevo oleoducto duplicar, previéndose un ritmo creciente que lleve a completar esa capacidad en el próximo semestre. Paralelamente, un consorcio liderado por YPF está construyendo otro oleoducto denominado Vaca Muerta Sur, que llegará hasta Punta Colorada, tendrá una capacidad inicial de 550.000 barriles diarios y su fecha de puesta en servicio está anunciada para el último trimestre de 2026.

Despejada la limitante infraestructura de transporte, el análisis debe centrarse en el precio internacional y en las variables macroeconómicas del pais, especialmente el valor del dólar. Reconocidos analistas del sector y la Agencia de Energía de Estados Unidos pronostican una disminución de la demanda de crudo con un crecimiento simultáneo de la producción, lo que determinaría un sendero decreciente del precio internacional que lo colocaría en unos u$s55 el barril para el próximo año.

Si bien ese valor sigue siendo competitivo para el crudo de Vaca Muerta, un nivel del dólar que siga perdiendo contra el incremento de los costos en pesos, podría hacer reconsiderar algunos proyectos. En materia de Gas, la puesta en marcha del proyecto GNL liderado por PAE sobre el final del año próximo, sólo impulsará la producción de Vaca Muerta en unos 4 millones de metros cúbicos diarios en la temporada estival, lo que representaría un incremento del 6%, cuyo destino será compensar el gas del offshore del sur que se utilizará en ese proyecto.

Los proyectos que impulsa YPF de GNL aún están sin la definición definitiva en materia de inversión y requerirán un gasoducto dedicado exclusivamente para transportar nueva producción de Vaca Muerta hasta Punta Colorada, ducto cuya construcción debería ir de la mano con la decisión firme de ejecutar el proyecto GNL. En este caso, el impacto productivo también tendrá relación con el precio que se le asigne al gas en boca de pozo.

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