Exportaciones de noviembre
Mientras el calendario de 2025 ya se encamina hacia su cierre, los números del Intercambio Comercial Argentino (ICA) que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) revelan la transformación estructural que está viviendo el país: la energía ya no es un "dolor de cabeza" para las reservas, sino su principal alivio.
De acuerdo al último informe oficial, el sector energético no sólo alcanzó un superávit de u$s765 millones en noviembre, sino que lo hizo creciendo un asombroso 77,4% respecto a los u$s431 millones del mismo mes en 2024. Según la Secretaría de Energía de la Nación, el saldo comercial energético asciende a u$s6.911 millones, lo que representa un crecimiento del 85% frente a los u$s3.726 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. La consultora Romano Group calcula que, en los últimos 12 meses, la balanza comercial energética acumuló un superávit de u$s7.790 millones.
El crudo, cada vez más protagonista en la canasta
El gran protagonista de esta película tiene nombre y apellido: crudo de petróleo. En un contexto donde los precios internacionales no siempre acompañaron (cayeron un 8,7% interanual), Argentina se benefició por la mayor producción. Las cantidades exportadas de combustibles y energía se dispararon un 67,7%.
Dicho de otro modo: ante un barril más barato, el país respondió inundando los mercados con mayor producción. Esta estrategia permitió que el petróleo siga consolidándose como el tercer producto más importante de toda la canasta exportadora nacional, representando casi el 8% de todo lo que Argentina le vende al mundo.
En el acumulado de 2025, las exportaciones de crudo crecieron un 25,1%. En noviembre, este producto generó un ingreso adicional de u$s355 millones comparado con noviembre de 2024.
La revolución del gas y el “gasto cero”
Pero un superávit no sólo se construye vendiendo más, sino también dejando de comprar afuera. Aquí aparece el "héroe silencioso" del informe: el gas natural. Gracias a las mejoras en la infraestructura local y a una mayor producción propia, las importaciones de gas van rumbo a casi desaparecer de la factura nacional, con una caída del 97,4% en el acumulado del año.
Si a esto le sumamos que la compra de gasoil también bajó un 22,4%, el resultado es una balanza energética que respira con una holgura que no se veía en décadas.
En combinación, el crecimiento de las exportaciones de crudo, sumado al descenso de las importaciones de gas, demuestra que el superavit es volumétrico y la magnitud de este salto incluso permitió compensar la caída de los precios internacionales.
Destino: el Norte
En cuanto a los socios comerciales, Estados Unidos se consolida como el cliente predilecto para estos excedentes. El gigante del norte ya es el tercer destino general de las exportaciones argentinas, traccionado fundamentalmente por la sed de crudo que llega desde las cuencas del sur del continente.