Aceleración de la producción
YPF sigue empujando los estándares de eficiencia operativa en Vaca Muerta al alcanzar un nuevo récord histórico: recientemente completó 22 etapas de fractura en un lapso de 24 horas. Este hito fue posible gracias a la implementación masiva de la innovadora técnica conocida como Dual Frac, un método que consolida la apuesta de la compañía por la velocidad y la reducción de costos en la producción no convencional. El registro se estableció en el bloque Aguada del Chañar, uno de los activos más promisorios de YPF, y se llevó a cabo en colaboración con la firma de servicios SLB (anteriormente Schlumberger).
¿Qué es el Dual Frac?
El método Dual Frac es una solución tecnológica diseñada para maximizar la capacidad de los equipos de fractura disponibles en la cuenca. Consiste en la capacidad de ejecutar dos etapas de fractura de manera simultánea en el pozo. ¿Cuál es la ventaja? Permite un uso más eficiente de la potencia de bombeo instalada y optimiza los tiempos muertos, mitigando las limitaciones logísticas asociadas a la escasez de sets de fractura en el shale argentino. En esencia, se realiza el doble de trabajo en el mismo periodo, impulsando drásticamente el ritmo de la obra.
El dual frac ya se viene aplicando desde hace tiempo en las cuencas shale de Estados Unidos. A través de esta técnica, los operadores locales apuntan a demostrar que la incorporación de tecnología innovadora y la mejora continua en la planificación y ejecución son uno de los principales caminos para llevar al máximo la productividad por pozo y consolidar la competitividad de Vaca Muerta en el mercado energético global.
Por qué todos buscan acelerar
El reciente logro de YPF en Aguada del Chañar no es un hecho aislado, sino la punta de lanza de una estrategia de eficiencia más amplia que ya está dando sus frutos: a noviembre de 2025, la cantidad de fracturas acumuladas por la compañía superó en un 24% a las realizadas durante el mismo periodo del año anterior. Este salto tecnológico se alinea con la obsesión de la compañía de reducir drásticamente el costo por pozo y el costo de extracción (Lifting Cost), siempre con la visión de alcanzar mayor competitividad global.
Es que la velocidad y la eficiencia se alzaron como los objetivos de negocio primordiales para los operadores de la Cuenca Neuquina debido a una conjunción de factores estratégicos y económicos. Por un lado, sobresale el mandato de competitividad global. Vaca Muerta compite directamente con otras formaciones de shale más maduras a nivel mundial, como la cuenca de Permian en Estados Unidos. Para atraer y retener inversiones extranjeras (necesarias para el enorme volumen de capital que requiere el desarrollo del shale), los operadores deben demostrar que pueden reducir su costo por pozo y su costo de extracción (Lifting Cost) a niveles comparables, lo que sólo se logra a través de maximizar la optimización de los tiempos y recursos.
Por otro lado está la llamada “ventana de oportunidad”. En un contexto global de transición energética, donde el consumo de hidrocarburos eventualmente tenderá a disminuir, existe una ventana de tiempo crucial para explotar y monetizar las vastas reservas de Vaca Muerta, siendo la celeridad en la producción clave para asegurar el posicionamiento de la producción local en el mercado internacional. Esto mismo aplica para el Gas Natural Licuado (GNL) y crudo de exportación.
También pesa el Time-to-Market y la rentabilidad operativa. Las empresas buscan acortar los plazos desde el inicio de la perforación hasta la puesta en producción (Time to Market), logrando que el pozo genere ingresos más rápido. Como dicen en el sector, la "nueva obsesión ahora es la velocidad" porque "si no sos rápido, tu activo es un pasivo".
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